Guisantes con jamón: el clásico reconfortante y rápido de la comida casera
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Key Takeaways
- Receta fácil y rápida de preparar.
- Plato versátil y adaptable.
- Ingredientes sencillos con resultados deliciosos.
Table of Contents
- ¿Por qué esta combinación es un acierto?
- Ingredientes para tus guisantes con jamón
- Preparación paso a paso
- Consejos y Trucos de Oro
- Variaciones y Acompañamientos
- Preguntas Frecuentes
¿Buscas un plato que combine sabor, tradición y simplicidad? Los guisantes con jamón son todo eso y más. Este clásico de la comida casera española destaca por su facilidad de preparación, su resultado delicioso y su capacidad para gustar a toda la familia. Es la receta ideal para quienes desean comer bien sin pasar horas en la cocina.
No es solo un plato rápido y reconfortante, sino que también es equilibrado nutricionalmente. Su sencillez permite que brille el sabor natural de los ingredientes. Además, es tan versátil que puedes adaptarlo según lo que tengas en la despensa, manteniendo siempre ese toque auténtico español.
«Cocinar no es un servicio, cocinar es un modo de amar a los otros.» – Michel Boutho
Acompáñame a descubrir por qué los guisantes con jamón son un acierto seguro y cómo puedes prepararlos en tiempo récord, logrando un plato tan delicioso que se convertirá en imprescindible en tu recetario.
¿Por qué esta combinación es un acierto? (El Maridaje Perfecto)
- La dulzura natural de los guisantes aporta frescura y equilibra el conjunto.
- El jamón agrega un toque salino y ese umami tan apreciado, elevando el plato a otro nivel.
La magia se produce cuando el guisante, tierno y jugoso, se impregna con los aromas del sofrito y el jamón. El resultado es un plato lleno de matices que conquista desde el primer bocado.
Además, puedes personalizar esta fusión de dos formas:
- Jamón serrano: Es el más fácil de encontrar y económico. Aporta el punto justo de sabor y hace de este plato una opción cotidiana perfecta.
- Jamón ibérico: Opción gourmet. Su aroma es más profundo y su textura más jugosa. Usarlo en esta receta la convierte en puro lujo, ideal para sorprender en una ocasión especial.
No olvidemos que el jamón es uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía española, aplaudido por chefs de todo el mundo (Fuente), y aquí demuestra todo su poder hasta en la preparación más humilde.
¿Listo para saber cómo convertir unos sencillos guisantes y un poco de jamón en una experiencia inolvidable? Sigue leyendo.
Ingredientes para tus guisantes con jamón (Calidad y Simplicidad)
- 450 g de guisantes (puedes usar frescos en temporada, pero los congelados funcionan perfectamente y hacen de esta una auténtica receta fácil)
- 100 g de jamón serrano o ibérico en tacos (elige según tu presupuesto o evento)
- 1 cebolla pequeña (opcional, pero refuerza muchísimo el sofrito)
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (opcional y con moderación)
- Pimienta negra al gusto
Opcionales para personalizar y enriquecer:
- Pimiento rojo o verde (para el sofrito)
- Zanahoria picada
- Caldo de verduras o agua (si prefieres un plato más caldoso)
- Huevo (para coronar el plato)
¿Qué jamón elegir?
- Jamón serrano: Asequible, versátil y aporta suficiente sabor. Los tacos de la zona de la punta o la parte cercana a la corteza son ideales.
- Jamón ibérico: Para lucirse. Utiliza recortes o algún taquito de paletilla.
- Presupuesto ajustado: Incluso un poco de buen jamón cocido en tiras puede funcionar en caso de apuro, aunque perderás el arte auténtico del plato.
Elijas lo que elijas, la calidad del jamón cambia por completo el resultado final. Si puedes, usa un buen jamón: el plato lo agradecerá.
Preparación paso a paso: Tu receta infalible
1. Sofrito básico (el alma de la receta)
– Calienta una sartén amplia y añade un buen chorro de aceite de oliva.
– Incorpora la cebolla (y si usas pimiento y zanahoria, añádelos aquí) todo muy picado.
– Rehoga a fuego medio hasta que estén transparentes y empiecen a dorar (unos 8-10 minutos, removiendo para que no se peguen).
2. Ajo y jamón, la chispa de sabor
– Añade el diente de ajo picado y dale un par de vueltas (30 segundos, sin que se queme).
– Pon inmediatamente los tacos de jamón y saltea durante 1 minuto. El jamón debe soltar aroma y parte de su grasa, pero sin pasarse: si se fríe demasiado se endurece.
3. Incorporar los guisantes
– Vierte los guisantes (directamente congelados si son de este tipo, no hace falta descongelar antes).
– Remueve todo junto mezclando bien con el sofrito y el jamón.
4. Cocción final
– Si los prefieres jugosos, añade un poco de agua o caldo de verduras (medio vaso, aproximadamente).
– Cocina tapado durante 7-10 minutos, hasta que los guisantes estén tiernos pero sigan de color verde vivo.
– Prueba y ajusta de sal solo si es necesario; el jamón suele aportar la suficiente.
– Añade pimienta negra al gusto.
¡Y listo! Sirve caliente, disfruta del aroma y si quieres rematarlo, sigue con los trucos de la siguiente sección.
Consejos y Trucos de Oro para llevarlo al siguiente nivel
- Elige los mejores ingredientes: Cuanto mejor sea el aceite, el jamón y los guisantes, mejor sabrá el plato, incluso con preparaciones tan sencillas como esta.
- Corta los ingredientes de tamaño similar: Así en cada bocado tendrás un equilibrio perfecto.
- No abuses de la sal: Prueba antes de añadir; el jamón suele salarlo todo, ¡mejor corregir al final!
- Sofríe lentamente: Así las verduras desarrollan su dulzura y los aromas se integran a la perfección. La paciencia da como resultado un plato más redondo.
- La textura importa: Si los prefieres caldosos, añade más caldo y sirve en cuenco; para un plato más seco, deja que reduzca el líquido y presenta sobre plato llano.
- Presentación: Corona con huevo frito, unas lascas de jamón extra o cebollino picado para darle un toque «gastro».
Pequeños gestos que transforman un básico en un plato de restaurante.
Variaciones y Acompañamientos (Cómo personalizar tu plato)
Añade más verduras
- Cebolla: Imprescindible para muchos. Si te gusta el toque dulce, no la omitas.
- Pimiento rojo o verde: Aporta color y un fondo más complejo al sofrito.
- Zanahoria: Da textura y una dulzura agradable al conjunto.
Transforma el plato con acompañamientos
- Huevo frito: El clásico rey de la cocina casera. El huevo y el jamón son inseparables, y la yema aporta una cremosidad irresistible.
- Patatas cocidas o asadas: Perfectas como guarnición y para hacer la receta más saciante.
- Pan crujiente: El plato pide pan para mojar, y no hay debate al respecto.
Sustituye el embutido (aunque el jamón es la estrella)
- Chorizo: Da un giro ahumado y picante, aunque el sabor será más potente.
- Lomo embuchado: Otra alternativa que sorprende.
- Jamón cocido: Para quienes no pueden consum